
Llueve y todo sale a flote, la dejadez, los sueños, la alienación. Andamos medio en cualquiera. Tsunamis de Juan B Justo, se inunda el corazón y la sala de espera, esta vez me tocó esperar. Está todo tan dormido, todo en siestas bajo techos de chapa. Los vicios todos juntos, management y deadmaus. Gritos gritos y más gritos, hablan de paz y al mismo tiempo no te pueden explicar a simplificar fracciones sin gritarte en la cara que sos un pelotudo a tus 11 años de edad. Hago fuerza para acordarme mis sueños y me leo The Silmarillon por quinta vez, otra vez me dan ganas de componer el gran canto de los Ainur, Ainundalë. Suena tan pero tan majestuoso adentro de mi cabeza. Pero me dejo ganar otra vez, y otra vez más.
Acá sentado, espero. Mañana trabajo.
Lo más lindo es que nadie piensa en hacer nada (o nadie HACE nada, mejor dicho).
ReplyDeleteQué país generoso...
hay algo en el mundo.
ReplyDeleteinterpreto que finalmente decidiste ser un tipo más simple.